¿Podéis explicar cuál es vuestro negocio?

Somos dos fisioterapeutas y hemos creado una clínica de fisioterapia dedicada al campo de la maternidad (embarazo, postparto y pediatría). También realizamos tratamientos de fisioterapia general y pilates terapéutico.

Nuestra metodología se basa en tratamientos manuales y con la participación activa del paciente para su recuperación.

¿Cómo estáis afrontando la actual situación económica?

Son tiempos difíciles en los que hay que adaptarse a las circunstancias y ofrecer servicios que se adapten a ellas. Lo más difícil es sobrellevar la incertidumbre.

Tenemos la suerte de que en nuestro sector no ha habido muchos cambios, pero somos conscientes de que la situación general afectará en mayor o menor medida en todos los ámbitos.

¿Cómo afecta el COVID a vuestro negocio?

El principal cambio que hemos notado es el tiempo que invertimos en el protocolo que implantamos para la limpieza, ventilación y desinfección de las cabinas y superficies, para evitar cualquier riesgo de contagio.

También hemos tenido que reducir el número de personas en las clases grupales e incluso reinventarnos, ofreciendo una modalidad online por motivo de las restricciones.

En cuanto al resto, al ser un centro sanitario no nos ha afectado tanto como a otros sectores, aunque sí hemos tenido que extremar las precauciones para evitar contagios, lo que conlleva una reducción de ingresos y un aumento en los gastos.

¿Qué dirías a quien se está planteando emprender como una opción de vida?

Que no es un camino fácil y hay que tenerlo muy claro antes de lanzarse. Valorar todos los posibles escenarios a corto, medio y largo plazo.

Requiere mucho esfuerzo y sacrificio, pero al mismo tiempo también aporta grandes ventajas y, sobre todo, satisfacción al saber que estás haciendo lo que realmente te apasiona.